Descripción
?SILVA, ÁNGEL / URÍA, GUADALUPE//EL CONEJO, EDITORIAL//ARQUITECTURA-ECUADOR
El primer ejemplo de mortero que tiene como base la tierra fue hallado en la villa neolítica de Çatal Hüyük, en Anatolia (Turquía, 6600-5650 a. C.). En su composición, la mezcla estaba conformada por ceniza y restos de hueso, y fue utilizada en la edificación de las paredes. Esta clase de materiales de tipo arcilloso se utilizaba como aglomerante y permitía gran trabajabilidad. Según las investigaciones, se puede establecer una diferencia cronológica en la utilización de las diferentes clases de argamasas para construir mampuestos. Algunos fueron construidos con piedras, morteros de barro y arcilla.
La experiencia adquirida de los autores en la intervención de monumentos históricos sustenta la necesidad de investigar y diseñar dosificaciones que permitan utilizar materiales y técnicas tradicionales y, así, promover una correcta intervención que contribuya a la salvaguarda del patrimonio.
De este modo, profesionales comprometidos con la restauración podrán realizar intervenciones para rehabilitar bienes inmuebles de forma correcta y técnica, así como garantizar su conservación y la prolongación de su vida útil.
Mediante esta investigación se dilucida cuáles fueron los materiales que se utilizaron en la preparación de los morteros tradicionales de las edificaciones de la época colonial de la ciudad de Quito y se establece el adhesivo vegetal usado como adherente natural para ser aplicado en la restauración monumental.
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